Casa Aranda es el lugar donde se combina el sabor tradicional del café, los churros y nuestro excelente chocolate caliente junto a la hospitalidad andaluza, en pleno centro de Málaga.
Os voy a hablar de Don Antonio Aranda, fundador de Casa Aranda, ilustre cafetería malagueña en la que se sirven los mejores churros con chocolate de todo el mundo. El prestigio y fama de este negocio es casi universal, pues vienen gentes de todas partes de españa y el mundo a tomar los ricos churros y chocolate.
Nace Don Antonio Aranda en el año 1909 en el pueblo malagueño de Alhaurin de la Torre. Entre las praderas de dicho pueblo pasó su infancia y empezó a comprender lo difícil que era la vida del trabajo en el campo, en el que desarrolló todo tipo de labores como harar la tierra, cavar viñas, trillar y escaldar. Todo esto le permitió aprender y entender de todo lo relacionado con la tierra y con sus productos, sobre todo con el trigo y todas sus variantes; esto le permitió saber cual era la materia prima con la que elaboraría sus famosos churros, la harina aunque para eso tenían que pasar algunos años. Fue en el año 1932 cuando con 23 años decide emprender la aventura de abrir un negocio , que sería con el paso de los años una "institucion malagueña " del desayuno y de las meriendas. y es un 2 de febrero de 1932 cuando decide comenzar su andadura junto a su hermana Lolita en el negocio de los cafés y del chocolate con churros.
Nace en ese mismo instante Casa Aranda. Lógicamente en ese tiempo no existían los preparos de máquina que existen hoy en día y sus comienzos fueron casi como si estuvieran en familia, es decir, el café lo hacían en una gran olla y los churros los hacía Don Antonio Aranda aguantando el molde de la masa sobre la sarten. Con este molde iba echando los churros en la sartén, y poco a poco la gente fue conociendo este local, pues su situación muy cerca de Puerta del Mar y en pleno centro de málaga hacia muy placentero ese descanso en el trabajo para degustar un buen desayuno.
Poco a poco su fama fue creciendo y creciendo, y los desayunos y las meriendas, incluso el cafe del medio día para algunos. Peo tal vez unos de los días mas importante de Casa Aranda fue cuando un 14 de diciembre de 1932, Don Juan Aranda Valle, hace entrega de una señal de 500 pesetas para el traspaso de "masa frita" y del correspondiente puesto, lo que le daba ya autoridad a servir los churros con total tranquilidad.
Don Juan Aranda Valle era el padre de Don Antonio Aranda". Lógicamente, la Málaga del 32 no era la Málaga de hoy en día, y los cafes los vendía a tres perras chicas (que equivale a 15 céntimos de pesetas) y los churros a "chica", es decir, a 5 céntimos de peseta. Pero como poco a poco se construye un castillo, que dice el refrán, Don Antonio Aranda no paró en el empeño y quiso que la calidad fuera la norma principal, tanto en sus harinas para hacer los churros como en sus cafés y en sus aceites para freír. Ante todo el cliente tiene que tomar calidad y con esta máxima mantuvo su negocio, llegando hasta nuestros días su fama y sus prestigio; prestigio que fue alcanzando y que hizo de Casa Aranda lugar de reuniones de periodistas, tertulianos, escritores, redactores y sobre todo, de gente de málaga y de sus pueblos , que cuando venían a málaga a hacer sus "mandados" hacían una parada para tomar el chocolate o café con churros , llegando esta fama y prestigio de Casa Aranda a ser pasada de generación en generación; los padres inculcaban a sus hijos el merendar chocolate con churros y estos a sus hijos y de esta manera sucesivamente.
Tan importante era su fama que a menudo era visitado por gente famosa y hacían crecer su buen prestigio, lo que le llevo a abrir alguna cafetería mas con el paso de los años (en calle Panaderos, Casa de Campo y calle Granada) y en todos ellos su calidad y servicio era la misma que en la Casa Aranda original, la de calle Herrería del Rey. Muchas cafeterías han abierto en Málaga y an querido imitar el estilo de Casa Aranda, pero ninguna ha llegado a superarla pues su "chocolate con churros" es ya una tradición que hay que degustar cuando vas por el centro o visitas Málaga.